La cocina está evolucionando a pasos agigantados y los nuevos sabores y texturas vienen pisando fuerte modernizando platos de toda la vida. ¿Un ejemplo? El salmorejo, un plato de origen andaluz con una larga historia que ahora se puede elaborar con novedosos ingredientes como son las fresas.
Según la RAE, el salmorejo es una salsa compuesta de agua, vinagre, aceite, sal y pimienta pero dados los cambios gastronómicos que están surgiendo, en un futuro próximo es posible que cambien la definición.
Vanessa García, una de las chefs de la Escuela de Hostelería y Turismo, nos da las claves de un buen salmorejo de fresas:
- Los tomates que utilicemos deben estar muy maduros para que la textura de nuestro salmorejo sea la óptima.
- Es aconsejable que las fresas estén también maduras y después de lavarlas, tenemos que cortar cuidadosamente el tallo para que no se nos escape nada “verde” en nuestro plato.
- El pan tiene que ser duro de uno o dos días. Es una receta perfecta para utilizar pan que nos ha sobrado y no queremos tirar.
- Para que el sabor de ajo no repita, es aconsejable quitarle el corazón o raíz antes de cortar.
- Antes de servir, mantener bien frio en el frigorífico y acompañar con un huevo duro picado, unas gotitas de aceite de oliva, cebollino picado o flores decorativas comestibles.
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