Montar un negocio propio y arriesgar es algo con lo que sólo se atreven los valientes. Hoy entrevistamos a Maribel Mora Rubio, una alumna del Curso de Servicios en Restauración y Coctelería, y ejemplo a seguir, que ha decidido dedicarse a lo que le gusta y ha creado una cafetería con mucho arte en pleno centro de Madrid. ¡Bienvenidos a Café del Teatro!

¿Qué tiene el mundo de la hostelería que ha hecho que te dediques a él desde un punto de vista profesional?

Yo realmente trabajo en una oficina, pero es algo que siempre me ha atraído. Lo que más me gusta de la hostelería es el trato con la gente. Para mí, el mundo de la hostelería hace que no tenga conciencia del tiempo: me gusta poner cafés y ver cómo los clientes disfrutan tomándoselos.

Actualmente eres una auténtica emprendedora con tu negocio de Café del Teatro. ¿Cómo ha sido la experiencia de poner un negocio hostelero en marcha y qué tipo de problemas has encontrado a la hora de emprender?

Ha sido toda una experiencia porque aunque yo ya conozco el mundo empresarial, en este sector no lo conocía. A nivel personal está siendo muy satisfactorio. Las trabas que he encontrado han sido las normales, el dinero que hay que invertir y los requisitos legales que hay que cumplir.

¿Qué tiene tu establecimiento que lo hace un lugar tan especial?

Creo que lo que hace especial a Café del Teatro es el ambiente. Además, tanto los desayunos como el café son siempre un éxito. Tenemos diferentes tipos de pan, un aceite extraordinario de Mora (Toledo), el tomate es natural, tenemos bizcocho casero para las meriendas, tartas también artesanales… Y ofrecemos espectáculos como monólogos o cantautores mientras la gente cena. Yo pienso que la gente viene buscando pasar un rato tranquila y relajada, como en su casa.

Desde tu punto de vista, ¿qué características tiene que tener un buen camarero?

Yo creo que debe, sí o sí, ser una persona empática y que se adapte al cliente. Cuando nosotras montamos la cafetería, lo hicimos pensando en clientas. Un buen camarero tiene que saber trasmitir cercanía.

¿Por qué estudiaste el Curso de Servicios en Restauración y Coctelería con nosotros?

Fue un poco por casualidad… Cuando me planteé montar el negocio comencé a buscar en internet y encontré Aranda Formación. Me decidí por vuestra escuela porque me permitía adaptar mis horarios (estoy trabajando en otro sitio). Fue un acierto.

¿Cómo valorarías tu formación en nuestra Escuela de Hostelería?

¡La experiencia ha sido tan buena que voy a repetir con el curso de Cocina Profesional!

El curso que has realizado tiene prácticas profesionales, ¿crees que son realmente útiles para luego desarrollar tu trabajo detrás de una barra?

Sí, totalmente. Realicé mis prácticas profesionales en un restaurante excepcional de Toledo, Maruxiña, y la experiencia no pudo ser mejor. Tengo de destacar que me ofrecieron quedarme contratada, por lo que realmente las prácticas sí son una oportunidad real de encontrar trabajo y de aprender. Fue un mes y medio del que guardo muy buenos recuerdos.

¿Qué consejo le darías a todas esas personas que están empezando en el mundo hostelero?

Les diría que para dedicarse a este sector lo que hay que tener es mucha ilusión, pero que valoren la formación. Es importante saber cómo se hacen las cosas, como por ejemplo poner un buen café, cuidar los detalles… y eso sólo lo consiguen formándose.

Al igual que en mi caso, existe la posibilidad de que se queden trabajando en el sitio en el que hagan las prácticas, así que aconsejo tener iniciativa y mostrar interés. Las prácticas son una oportunidad estupenda para darse a conocer.

Puedes encontrar más historias de alumnos que han conseguido su objetivo en nuestra sección “Alumnos contratados”… ¿Quieres ser uno de ellos? ¡Aprovecha tu momento y fórmate con nosotros!