El secreto de cocer huevos y que estén es su punto (dependiendo del tipo de huevo que queramos) no está en el agua, ni el cazo en el que sumergimos los huevos ni siquiera en la intensidad del fuego… ¡el secreto de un buen huevo cocido está en el tiempo de cocción!

Dependiendo del tiempo que le dejemos cocer podemos conseguir tres tipos de huevos:

Huevo pasado por agua:

Deberemos tenerle hirviendo durante 3 minutos desde que el agua comienza a hervir. Es muy importante poner el huevo debajo de agua fría para parar el tiempo de cocción y así quede en su punto. La textura debe ser gelatinosa, con la clara y la yema poco cuajada.

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Huevo Mollet:

Es una variedad de los huevos pasados por agua con mas cocción para conseguir que la clara esté más sólida y se pueda pelar, y la yema cremosa. El tiempo idóneo es de 6 minutos.

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Huevo duro o cocido:

Para que consigamos un huevo duro en su punto es necesario que le dejemos cocer 11 minutos. Tanto la yema como la clara quedan cuajadas, con una textura sólida pero tierna. Si nos pasamos dejando el huevo hirviendo durante más tiempo, la yema se oscurecerá y perderá su jugosidad (aunque no es peligroso para la salud si lo comemos).

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¿Queréis saber un truquito para que podamos pelar los huevos sin problemas?

La clave está en echar un puñado de sal en el agua donde hierve el huevo. Podremos pelar el huevo de una forma fácil y sencilla.

Si queréis conocer un poquito más sobre el profesor que nos ha enseñado todo esto, José Francisco Atienza, uno de los docentes de la Escuela de Hostelería y Turismo, podéis pinchar aquí y leer una interesante entrevista que le hemos hecho.

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